Recuerdos de una Lucha: Capítulo III
La Esperanza en la Revolución.
Ana prácticamente no había pegado un ojo en toda la noche y tampoco había prestado demasiada atención a su trabajo. Algo dentro de ella había despertado y comenzaba a agitarse como una mariposa saliendo de su crisálida un paso a la vez, ¿cómo seguir? Quería averiguar todo lo que pudiera respecto a esos diarios que había encontrado y apenas terminó su turno se dirigió a la casa de su abuela para continuar con la lectura.
Apenas estaba llegando a la entrada de la casa cuando su abuela abrió la puerta y le regaló una clara expresión de sorpresa.
—Ana ¿qué haces aquí? ¿Está todo bien? – preguntó un tanto alarmada mientras se colgaba su bolso al hombro y esperaba respuesta de una muy agitada Ana.
—¡Abuelita! ¿Vas de salida? Necesito hablar contigo y… - se detuvo un instante para tomar un poco de aire mientras se acercaba a la mayor para darle un beso y un abrazo. —¿Puedo quedarme en la biblioteca en tanto regresas? –
La abuela accedió de buena gana siendo que iba a encontrarse con unas amigas para beber un café y Ana sabía que iba a tardar un tiempo considerable por lo que se puso manos a la obra con los diarios. Luego de haberlos organizado por fecha se propuso buscar el que continuaría con su lectura de la noche anterior.

Miércoles 5 de octubre 1910
Francisco I Madero ha lanzado el Plan de San Luis en rechazo de la reelección de Porfirio Díaz y nos ha convocado a alzarnos para derrocarlo. En el ambiente se siente la agitación, la expectativa, la esperanza de que todo puede cambiar. ¿Será que finalmente vemos la luz al final del túnel?
Domingo 20 de noviembre 1910
Hemos demostrado que somos un pueblo de armas tomar y nos hemos lanzado a la lucha armada para demandar por principios democráticos y sociales esenciales. Pedimos igualdad, justicia, equidad y libertad para cada integrante de nuestro pueblo ya que demasiados abusos hemos sufrido durante treinta años que duró la de dictadura.
Jueves 25 de mayo 1911
He conocido a mucha gente, muchas formas de pensar, muchas historias, han sido unos largos, largos meses; la Revolución me mantuvo demasiado ocupada, por eso no pude escribir gran cosa en mi diario. El alma me pesa a veces, se hace difícil continuar caminando cuando tantos van quedando atrás, pero estamos logrando lo que tanto soñamos.
Por cierto, me he mudado a la ciudad de México, he conseguido el puesto de secretaria del general Eduardo Hay, pero eso es historia para otro capítulo.
Ana tenía la piel erizada de leer aquellas palabras y continuaba acariciando las páginas como si pudiera palpar la esencia de aquella lucha en la tinta impregnada en el papel. Comenzaba a entender todo poco a poco, pero aún tenía muchas dudas que resolver y ya no le alcanzaba con leer los diarios. Por eso mismo, cuando oyó la puerta de entrada de la casa y escuchó los pasos de su abuela dirigirse a la biblioteca, Ana se dispuso a comenzar con el interrogatorio que la llevaría a descubrir la raíz de su alma.
M.F. Villaro
Lee el primer capítulo aquí: https://www.puntoencomun.com/single-post/recuerdos-de-una-lucha-cap%C3%ADtulo-i
Lee el segundo capítulo aquí: https://www.puntoencomun.com/single-post/recuerdos-de-una-lucha-cap%C3%ADtulo-2