Julia, Soy valiente porque asumo las consecuencias de mis actos...

¡¡¡¿¿Cómo se te ocurre dejar a Michel jugar con tu horrible sobrino??!!!!, ¿Qué no te das cuenta que es niño raro?. Tarde o temprano la iba lastimar. Sí, pero no fue grave, le respondí a mi esposo, continué diciendo. “Solo fue un pleito de niños que ellos resolvieron. Ya no me regañes, odio cuando te pones así, me siento muy mal que descalifiques mis decisiones. ¡Pues entonces no hagas tonterías!” Remató mi esposo. Me paré de la mesa y me fui a mi cuarto.
Lloré como siempre me sucede cuando discuto con mi esposo a quien adoro, pero no puedo evitar ciertos momentos de convivencia. Más tarde me tranquilicé y mi esposo también. Hablamos con calma y conversamos sobre la importancia, que Michel tiene que saber convivir con todo tipo de personas.
Finalmente, mi esposo aceptó que había algo de razón. Que no debemos aislar a nuestros hijos, más bien guiarlos para saber manejar la gente difícil.Después de un tiempo volvió a suceder otra pelea entre Michel y su primo. A los pocos minutos se contentaron.
Mi madre le dijo a Michel “Ni se te ocurra contarle a tu papá que te volviste a pelar sino ya no va querer que vengas aquí”. Miré a mi madre fijamente y le dijo, “¡No mamá!, Michel si tu quieres platicarle a tu papá hazlo”. Mi madre me miró sorprendida y me comentó: “Oye Julia, pero vas a tener otro pleito por eso con tu esposo”. Le dije “NI MODO”, asumo lo que suceda, pero no estoy dispuesta a enseñarle a mi hija a que mienta para evitar problemas.
Lo mismo le he enseñado a mis ejecutivos. “No les pediré que le mintamos al director general, no maquillen los números de ventas si no han llegado a los presupuestos, hay razones para ellos y hay que explicarlas”. Si llegan tarde a una cita, háganse responsables de su impuntualidad. No le inventen pretextos al cliente. Aprendan a defender sus decisiones y los errores, o los riesgos que implica esto.Esta actitud de vida, ha sido tan liberador para mí porque soy valiente, porque no voy a fomentar un sistema de mentiras para salvarme el pescuezo. Esto, al tiempo, ha hecho que mis jefes y mi esposo me respeten mucho. Considerándome una mujer integra