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Como aprender a quererse

¿Cómo puedo lograr aceptarme tal cual soy? El tema de la autoestima es complejo, sumamente delicado y complicado. Vivimos en una constante comparación social con los demás, las tendencias y las modas; a menudo nos tratamos con demasiada dureza y nos auto exigimos más de lo que emocional y físicamente podemos dar, pero ¿esto es realmente lo correcto?


Quererse así mismo es quizás el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en este mundo complejo que cada día se vuelve más difícil de sobrellevar. Curiosamente nuestra cultura y educación tiende a sancionar o mal mirar el saber quererse, es decir, si un día decidieras felicitarte dándote un beso o un abrazo es posible que las personas que se encuentren a tu alrededor te evalúen como arrogante, pedante e incluso ridículo. Está mal visto que nos demos demasiado tiempo, nos contemplemos o nos auto elogiemos, se nos reprende: “Todos los excesos son malos”, error, algunos excesos nos recuerdan que estamos vivos.


La sociedad desde pequeños nos enseña que debemos ser respetuosos, tolerantes y altruistas; sin embargo, pareciera que solo es aplicable cuando se habla de tratar así a otros seres humanos. Por ejemplo, si en un tu grupo de amigos está la chica que procura a todos antes que a ella el calificativo que le otorgarían sería “que linda”, incluso si disimula y esconde sus virtudes; restándole importancia a sus logros sería halagada y elogiada a montones.


No solo rechazamos la autoaceptación honesta y franca, sino que contrario a ello promulgamos y reforzamos la negación de nuestras virtudes. Absurdamente las virtudes pueden verbalizarse, más no demostrarse. Es decir, si posees un cuerpo hermoso se te permite utilizar ropa que te enaltezca, pero si comienzas a hablar de lo hermoso que es tu cuerpo te reprenden.


Esta política de excesiva modestia, de no auto recompensarse, de restar importancia a lo que haces en público finalmente lo terminas llevando a casa y a tu privacidad, generando complicidad a la hora de tener que auto elogiarte. Al intentar dejar afuera el egoísmo excesivo no dejamos entrar el amor propio.




¿Pero sabes algo? Tienes todo el derecho a quererte sin sentirte culpable por ello, a tener tiempo a solas e identificar qué te gusta y mimarte porque eres importante y válido.


Lamentablemente nuestra estructura social nos ha enseñado a vivir de la validación ajena más que la propia, y no, no está mal escuchar lo que otros piensen de ti pero no debería ser lo más importante. Lo que verdaderamente debe de tener un peso es qué piensas tú de ti.


Entiendo a la perfección que aprender a auto elogiarte y recompensarte es complicado.


Desde pequeños nos enseñan conductas de auto cuidado personal como lo es bañarse, lavarse los dientes, las manos etc. Pero ¿cuánto se nos enseñó a hablarnos positivamente a nosotros? A su vez tampoco tenemos bien cimentado un buen método de enseñanza, la auto imagen a diferencia del color de tu cabello u ojos no es heredada genéticamente, sino aprendida.


El cerebro humano cuenta con un sistema de procesamiento de la información que permite almacenar un número prácticamente infinito de datos. Esa información se almacena en la experiencia social y se guarda en la memoria a largo plazo que te ayuda a formar creencias y teorías.


De esta manera obtenemos información de personas, palabras, situaciones, actividades sociales, etc. Este conocimiento del mundo equivocado o no permite predecir y ayudar a anticiparte a diferentes situaciones; por ejemplo, si conoces a una persona que diga “el pobre es pobre porque quiere” seguro que podrás adivinar cual es su postura ante las ideas clasistas.


De la misma manera en que construyes los conceptos pasados también se construye tu auto imagen. Los fracasos y los éxitos, lo que te dicen que eres y lo que no te dicen, tus placeres y tus inseguridades, todas y cada una de las cosas que te dijeron y las que tu crees forman parte de la organización de tu propia persona.


Si eres un fracasado, una persona exitosa, hermosa o fea son el desenlace de una historia previa que nació de una teoría sobre ti mismo. Si crees ser una persona fea ante cualquier situación te dirás: “No soy atractivo”, “Nadie me va a mirar luciendo así”, “No valgo nada”, mucho antes de si quiera intentar lanzarte a conquistar a esa persona.


Nos aferramos a las ideas que ya hemos construido de nosotros mismos como si de eso dependiera nuestra existencia, pero no, hay que comenzar a modificarlos y cambiarlos.


No temas el verte al espejo y elogiarte todos los días, eres merecedor de eso y más.


Cambia el chip que te has colocado durante años y ponte otro que te haga más feliz.


Nuestra cultura pareciera preferir personas psicológicamente perturbadas pero exitosas, a personas psicológicamente sanas pero fracasadas.


Creo que es momento de comenzar un cambio, deja atrás la modestia extrema y felicítate cuando tu trabajo salga bien, si hoy después de días o semanas has logrado pararte de tu cama mereces un gran abrazo porque lo estás haciendo excelente.


Ningún esfuerzo es pequeño, todos cuentan. Quiérete y mímate todos los días, procúrate como procuras a tus hermanos, tus amigos, tu pareja y hasta a tus mascotas. Finalmente eres un ser humano hermoso que merece amarse.


Si tienes algo que quieras compartir por favor comenta. Me encantaría saber que piensas.






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