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¿Trabajo digno o sobrevivencia? El problema laboral en México bajo la lupa.

Actualizado: 6 oct

Primera parte (de tres)


El trabajo ha sido siempre un pilar central, una fuerza moldeadora de sociedades, culturas e identidades. Desde la antigüedad, pensadores de la talla de Aristóteles, que veía en la labor un camino hacia la virtud, hasta Karl Marx, que la consideraba la esencia de la existencia humana, han intentado desentrañar su significado. Sin embargo, en México, esta concepción parece haber tomado un rumbo peculiar, un camino que nos ha llevado a un laberinto de insatisfacción, precariedad y una profunda crisis de sentido. Más que una mera descripción de problemas, este artículo busca ser una invitación a la introspección, una llamada a redefinir nuestra relación con el trabajo y, en el proceso, con nosotros mismos.


Hablar del trabajo en México es hablar de una paradoja. Por un lado, somos un país con una fuerza laboral joven, creativa, resiliente, capaz de enfrentar adversidades y reinventarse. Por otro, cargamos con una historia marcada por desigualdad, precariedad y falta de oportunidades que, a pesar de los avances, sigue condicionando la vida de millones. El filósofo alemán Byung-Chul Han señala que vivimos en una “sociedad del cansancio”, donde el trabajador moderno se explota a sí mismo bajo la ilusión de libertad. En México, esa frase adquiere una crudeza particular: no solo nos cansamos por elección, sino porque el sistema nos empuja a sobrevivir en condiciones que muchas veces rayan en la injusticia.

 

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El problema laboral en México: una herida abierta que exige reflexión y acción

En México, a menudo se nos inculca la idea de que el éxito es el resultado directo de un esfuerzo titánico, de "echarle ganas" y de una tenacidad casi mística. Esta narrativa, que a primera vista parece noble, enmascara una realidad mucho más cruda. La “cultura del esfuerzo”, lejos de ser un motor de progreso, se ha convertido en una justificación para la explotación y la precarización. Como bien señala el sociólogo Zygmunt Bauman en su obra Trabajo, consumismo y nuevos pobres, la sociedad moderna nos ha convertido en consumidores de experiencias y, al mismo tiempo, en trabajadores desechables, vulnerables a las fluctuaciones del mercado. En México, esta vulnerabilidad se magnifica: salarios bajos, jornadas extenuantes, contratos temporales, hostilidad laboral y la constante amenaza del desempleo se han vuelto la norma, no la excepción.

Esta realidad laboral dista mucho de ser una cuestión de "falta de ganas" o de "pereza". Es el resultado de un sistema económico que privilegia la acumulación de capital por encima del bienestar humano. La filósofa Hannah Arendt, en La condición humana, distinguió entre “labor”, la actividad necesaria para la supervivencia, y “trabajo”, la creación de un mundo duradero. En la vorágine mexicana, la distinción se ha desdibujado. La mayoría de la población está atrapada en la “labor” constante, en la lucha diaria por subsistir, sin la posibilidad de trascender a un “trabajo” que le brinde un sentido de pertenencia, de construcción de algo más grande que sí mismos.


La cultura del “aguántate”

Otro de los grandes problemas laborales en nuestro país, además del económico, es cultural. Desde pequeños, escuchamos frases como: “Agradece que tienes trabajo”, “El que no aguanta, no sirve”, “Aquí se hace lo que el jefe dice”. Esta mentalidad normaliza el abuso y la explotación. El psicólogo Albert Bandura explica en su teoría del aprendizaje social que las conductas se transmiten y refuerzan a través de modelos sociales. Si en el trabajo se normaliza el maltrato, la sumisión y la falta de reconocimiento, estas conductas se replican de generación en generación.

En la práctica, esto se traduce en ambientes laborales donde la gente calla ante la injusticia por miedo a perder el empleo; en empresas donde se castiga la creatividad porque “siempre se ha hecho así”; en líderes que confunden autoridad con autoritarismo. Todo esto erosiona la confianza, la innovación y el sentido de pertenencia.



Continua..

 

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